El proyecto se desarrolla en una antigua fábrica de ladrillos, que poco a poco se ha ido enfrentando al deterioro, al desuso y a la posibilidad de cierre.
El objetivo de esta propuesta de diseño es dar una segunda oportunidad a las instalaciones existentes, respetando su integridad y posición.

Para la fabricación de ladrillos de barro, el uso de los hornos era fundamental y es por ello que se resaltan a la hora de diseñar un nuevo espacio que también contara con diferentes actividades a su alrededor.

En la distribución arquitectónica propuesta se busca enmarcar y generar una circulación alrededor del horno, además de darle jerarquía y un carácter ordenado. La circulación es clara, dirigiendo al usuario a lo largo del eje principal, y cuenta con una gran abertura espacial que permite el desarrollo de actividades aleatorias en la plaza interna.

“Lo viejo como nuevo”.
Los hornos antiguos se utilizan como salas de exposición de productos previamente elaborados en ellos y para cualquier posible representación artística.